Los alumnos de 2º de Bachillerato A, capitaneados por su tutor y arquitecto David Sequí, han propuesto homenajear la influencia que ejerció el obispo Valerio en la vida de San Agustín poniéndole su nombre al banco del patio de arriba, en el cual se sientan en los recreos los mayores del colegio -es decir, ellos mismos-, que a su vez han de ser y son ejemplo para los más peques.
Para hacer realidad este proyecto, el Ayuntamiento de la Ciudad de Dios les ha impuesto las siguientes tasas:
1) Realizar una mini-presentación en power point o vídeo con las imágenes de personas que son influyentes para ellos (una persona influyente por cada alumno de la clase).
2) Redactar una pequeña carta (máximo una cara de folio) metiéndose en la piel del obispo Valerio en la que le dé una serie de consejos a San Agustín sobre cómo realizar su futura tarea de sacerdote.
3) Exponer en una cartulina A-4 la serie de operaciones matemáticas a realizar para aproximarse lo máximo posible (sin pasarse) a la cifra del año en que San Agustín se ordenó como obispo, utilizando los siguientes datos (convertir las frases en cifras): a.- Fecha de nacimiento de San Agustín; b.- Edad de San Agustín cuando abandonó por primera vez su ciudad natal; c.- Mes del año en que se celebra su conversión; d.- Mes del año en que se recuerda su muerte; e.- Dinero que se recaudaría para la Cena de la Amistad si se vendiesen 375 números y cada menú de cena costase 19 euros.
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